31

Oct

2023

ARTÍCULO DE OPINIÓN

El acompañamiento y consejería del médico de familia

El término “acompañamiento” en la relación médico paciente surge en diversas ocasiones y va más allá de esta relación e incluye a los familiares.

Por Vladimir Bustinza. 31 octubre, 2023.

Me alegró sobremanera leer hace algunos años que el Papa Francisco en su exhortación apostólica Amoris laetitia (“La Alegría del Amor”), propone la participación y compromiso de médicos de familia y otras profesiones valiosas, en la formación de agentes laicos en pastoral familiar.

Decía el romano pontífice que “Los profesionales, en especial quienes tienen experiencia de acompañamiento, ayudan a encarnar las propuestas pastorales en las situaciones reales y en las inquietudes concretas de las familias” y este acompañamiento se convierte en un complemento a “los inestimables recursos espirituales de la Iglesia”.

El término “acompañamiento” en la relación médico paciente surge en diversas ocasiones y va más allá de esta relación e incluye a los familiares: el médico de familia tiene, en sus capacidades, la de acompañar a la persona en los diversos acontecimientos vitales estresantes, ya sea para solicitarle consejo en los cuidados de salud, como para recibir apoyo en el sufrimiento de la enfermedad, propia o de alguno de los suyos.

Una forma de acompañamiento está determinada por la consejería, por la que el profesional recibe información del paciente y sus circunstancias familiares y le proporciona consejos de salud para que tome sus decisiones para el autocuidado de su salud o del grupo familiar.

Citemos un sencillo ejemplo: Manuel, es un joven de 29 años que labora en una fábrica como obrero y acude a la consulta por una lumbalgia. Al relatar- como parte de la historia clínica – sus antecedentes personales y familiares nos comenta que está casado desde hace dos años y que próximamente su esposa dará a luz. Actualmente ambos trabajan. Él tiene en su día a día un horario fijo de trabajo de lunes a sábado y los fines de semana jugar fulbito con sus amigos por lo que piensa que la llegada de su primer hijo no le traerá mayores inconvenientes en su vida porque según dice “mi señora y su familia se encargarán de todo”.

Al comentarle los cambios que sucederán o lo que en Medicina Familiar conocemos como “crisis normativa” y el apoyo mutuo que ambos esposos deben brindarse, se queda un tanto perplejo. Acuerdan con su médico conversar más en extenso en la siguiente consulta.

Como vemos, la consejería es todo un proceso, que a veces tiene un inicio así de inesperado, pues una persona que acude a una consulta de atención primaria normalmente no espera más que recibir una medicación concreta y sus modos de administración. Ayudar a tomar decisiones en la salud propia o las de la familia, con respeto a la libre determinación, ayudando a clarificar ideas, reconocer y responder a los sucesos de la realidad es una de las funciones del médico de familia, quien comparte esta atribución con otros profesionales de la salud, cada quien en su ámbito.

Finalmente, es difícil determinar un “resultado exitoso” de una consejería, sin embargo se deben poner los medios para que así sea. Ayudará mucho la práctica de la escucha activa y reflexiva, habilidades comunicacionales, valores como la empatía y la honestidad, así como un amplio conocimiento del o los temas a tratar. Sin duda, para los que ejercemos esta prometedora especialidad en nuestro medio es todo un reto y satisfacción a la vez, al mismo tiempo que, junto con los colegas médicos de familia de buena voluntad, nos sintamos agradecidos con el Papa Francisco por querer contar de algún modo con nosotros y nuestro aporte en favor de las familias.

Este es un artículo de opinión. Las ideas y opiniones expresadas aquí son de responsabilidad del autor.

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